Los vínculos entre autoridades y grupos del crimen organizado pueden ser tales, que se funden unos con otros y colocan a los migrantes en una situación de mayor vulnerabilidad.
En una frontera donde priva el crimen organizado y donde el Estado no manda, están expuestos a todo tipo de cosas, advierte el Servicio Jesuita a Migrantes, que recientemente instaló una oficina en Ciudad Juárez para atender el creciente fenómeno migratorio.
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