Pese a tener el mejor espacio del Cereso 03 para vivir, con al menos cuatro celdas fusionadas para él solo, una gran pantalla de plasma, jacuzzi, minibar y permiso abierto para recibir visitas de todo tipo de forma irrestricta, decidió no seguir más adentro.
Podía hacer fiestas en su habitación con música en vivo y tenía millones de pesos a su alcance para comprar lo que quisiera, incluso a las propias autoridades, quienes debían pedirle permiso para entrar a las zonas controladas por su pandilla: Los Mexicles.
De acuerdo a información proporcionada por fuentes oficiales, así como testimonios vertidos en audiencias, Ernesto Alberto Piñón de la Cruz, alias El Neto, tenía prácticamente el control del penal hasta antes del 1 de enero del 2023, por encima de las estructuras de gobierno; con un mando alterno.
Dirigía actividades criminales desde adentro de la cárcel y mantenía un férreo control a base de la violencia.
Aún con ese poder en sus manos decidió ese 1 de enero, dejarlo todo eventualmente y cambiarlo aunque fuera por unos días de libertad.
De acuerdo a las investigaciones, atrás de la fuga de El Neto quedaron 10 custodios y siete internos asesinados.
Historial de terror
La actividad delictiva de El Neto comenzó cuando era menor de edad.
Según archivos periodísticos, fue capturado en el 2009, cuando Ciudad Juárez vivía una escalada de violencia, como nunca, en materia de homicidios, secuestros y extorsiones.
El Neto contaba con 18 años y al momento de su captura autoridades estatales lo relacionaron con al menos 30 secuestros, entre estos el de la magistrada Flor Mireya Aguilar Casas, de un estudiante de preparatoria, médicos, dueños de negocios, amas de casa y de un gerente de la maquiladora Toshiba.
El 20 de septiembre de ese mismo año fueron detenidos seis de sus cómplices identificados como Elías David Valenzuela Grijalva de 24 años de edad; Miguel Guadalupe Chico Quezada, alias El Gallo, de 26 años; Paul Eduardo Galindo Velázquez de 18 años; Lorenzo Juan Salas González, alias El X-Men de 35 años; y César Vega Muñoz, alias El Chilín de 21 años.
Asimismo el 23 de septiembre fue detenido Ángel Isaac Estrello Murillo, alias El Molly de 21 años de edad y lugarteniente de Ernesto Piñón, El Neto. La Subprocuraduría de Justicia del Estado, informó en ese tiempo, que con la detención de El Neto, esta banda de secuestradores quedó totalmente desmantelada.
El Neto, quien era estudiante de la preparatoria Ignacio Allende, ordenaba, preparaba y participaba activamente en cada uno de los secuestros por los que cobraba considerables cantidades de dinero por su rescate.
La madre, quien no fue identificada, sabía en todo momento que su hijo se dedicaba al delito del secuestro y fue ella quien sin quererlo, llevó a los investigadores hasta su escondite donde fue detenido en la colonia Roma.
Ofrecían una recompensa de 200 mil pesos a quien informara sobre la ubicación.
Contaban con una casa de seguridad en el Campestre Juárez y dos en la colonia ExHipódromo. Finalmente le impusieron a El Neto una sentencia de 224 años de prisión.
Según informes oficiales, desde adentro del Cereso siguió operando el liderazgo de células de secuestradores y extorsionadores.
En un traslado de una audiencia, secuaces intentaron liberarlo al disparar a las unidades donde lo llevaban.
Recibió un disparo que acabó por afectarle un ojo, razón por lo cual usaba un parche.
A De la Cruz se le acusó de ordenar los ataques a inocentes en el denominado ‘jueves negro’, el 11 de agosto del 2022, donde 9 civiles fueron asesinados al azar en las calles. Ese día también mataron a balazos a dos internos del Cereso y se les encontraron dos armas de fuego cortas.
Finalmente, cuando parecía que El Neto ya estaba controlado, orquestó un gran escape del penal el 1 de enero del 2023 junto a 29 reos más y el día 5 de enero de este mismo año fue abatido en el cruce de Carlos Amaya y Cartagena, por elementos de la FGE y fuerzas federales.