El primero de enero de 2023 fue un arranque de año inédito para Ciudad Juárez y el actual director de los Centros de Reinserción Social del estado de Chihuahua, Ricardo Realivázquez lo confirmó, a él le tocó ser parte de la estructura policiaca que atendió la crisis de la fuga.
En entrevista con Norte Digital, mencionó que ese día temprano, cuando todavía no amanecía, empezaron a llegarle reportes de que algo ocurría en el penal de la avenida Barranco Azul, en la colonia Toribio Ortega, sin tener plena certeza de lo que se trataba.Tras confirmarse que era una fuga, se ordenó que se atendiera la situación de inmediato.
“Se concentraron las unidades en el exterior del Cereso, para eso ya se encontraban ahí la Guardia Nacional y la Sedena al interior, puesto que son vecinos de las instalaciones del Cereso”, indicó.
De acuerdo a la información con que cuenta la SSPE, El Neto organizó un convivio en las áreas número 4 y 5 que estaban fusionadas, durante toda la noche y madrugada ahí estuvieron reunidos incluso con gente externa que entró sin registro al Cereso.
Realivázquez precisó que debido a que desde tiempo antes habían ingresando una gran cantidad de armas de fuego –incluso antes del 11 de agosto, conocido como ´jueves negro’–, ese 1 de enero de 2023, los reos las sacaron de donde las tenían escondidas y luego sometieron a los custodios, los privaron de la vida y de esa forma empezaron a avanzar rumbo a la “libertad”.
“Tuvieron un convivio de fin de año en el área 4, un convivio que a lo mejor por el tema de las drogas o a lo mejor por el tema del alcohol, se salió de control. Buscan cómo llamar la atención de los custodios, los acorralan, los someten y los privan de la vida y también a los PPLs (Personas Privadas de su libertad)”, luego se encaminan al exterior del penal, donde ya tenían personas esperándolos, dijo.
“Llegan hasta la aduana de vehículos, someten al compañero que está ahí, le quitan las llaves, abren el portón y es cuando comienzan a retirarse del Centro, no sin antes privar de la vida a los diez compañeros, incluido el de la caseta”, comentó.
Acerca de los siete PPLs también asesinados dentro del penal, mencionó que eran parte de la misma organización criminal. De acuerdo a testimonios, entre ellos estaba quien era la mano derecha de El Neto, es decir César Vega Muñoz, apodado El Chilín.
El actual responsable del penal negó que ese día hubiera ingresado un comando armado, como se dijo en un principio.
Todo fue de adentro hacia afuera, aclaró.