La mujer de 49 años que por seguridad no quiso dar su nombre, contó que su hermano, custodio del Cereso 3,estaba a punto de terminar su turno la mañana del primero de enero cuando se registró el motín al interior de ese centro carcelario el 1º de enero de 2023.
“El día primero me levanté, prendí la tele y estaban las noticias de que había un motín, y siempre que pasaba eso yo le empezaba a mandar mensajes para ver cómo estaba. Sé que no me contestaba luego luego, porque no podían contestar, pero seguí insistiendo (…), hasta la una me avisaron que había fallecido”, dijo.
Su hermano junto a otros compañeros iba a entregar turno a las 7:00 de la mañana cuando los emboscaron.
“Mi hermano era jefe de turno y le hablaron para decirle que había un ahorcado. Cuando bajó ya tenían sometidos ahí a algunos. Entró pero ahora sí que lo superaron. Sí hubo un forcejeo. Querían someter a mi hermano y no se dejaba. Hubo un forcejeo y mi hermano luchó hasta el último momento”, contó.
Mencionó que su hermano hacía mucho ejercicio. Iba al gimnasio y estaba grandote.
También amaba su trabajo y tenía 18 años trabajando.
“Era su vida el trabajo, el gimnasio, sus hijos, su casa. Una tiene 16 y el niño 14. Quedaron mal, igual que todos. Él era el pilar. Era mi hermano chiquito y crecimos muy juntos porque mi mamá murió cuando estabamos muy chicos, y yo lo quiero. Era el hombre tanto de su casa como de la mía”, dijo con voz quebrada y entre lágrimas la mujer que momentos antes había llegado con una gran sonrisa y de muy buen talante, dispuesta a compartir su historia.
Contó que la madre de sus sobrinos asumió su cuidado, pero que ella como tía mantiene un constante contacto con ellos porque dijo, la muerte de su hermano les pegó muy duro a todos.
Justicia no va a haber, nos han dicho
“Y más porque ha sido un proceso bastante largo y fuerte. En Fiscalía nos mostraron videos, fotos, todo, entonces sí es muy duro, muy duro, y ver que pues justicia no va a haber porque eso pasa. Se ha visto desde un principio que no hemos tenido ningún apoyo de ningún… No dan información de nada. No dan apoyo y siempre se nos ha dicho que justicia no va a haber. Yo he hablado desde con el director del Cereso, con compañeros, y lo que sabemos todos ya: todo esto es una mafia”.
“Ellos estaban mal equipados. Los sobrecargaban trabajando. Dormían ahí, varias veces. Mi hermano tenía mucho trabajando. tenía días que no salía. Ese día faltaron compañeros. Faltaron muchos, muchos. Se tenían que doblar los turnos y no podían ni siquiera entrar armados al Cereso. Ellos no estaban armados. Estaban más armadas las personas internas. No tenían equipo, no tenían ninguna seguridad”, declaró.
Dijo que los custodios recibían solo lo más básico para trabajar, el gas y las botas, porque su hermano le comentó que debía comprarse él mismo sus uniformes.
“Salía del Cereso y se iba a trabajar de Uber, pero su pasión era su trabajo. Es mal pagado, los estaban forzando mucho. Mucho tiempo de desvelo, mal comido, más los estaban forzando a doblar turno, a quedarse ahí. Entraban a las 7:00 de la mañana y salían hasta el día siguiente. Se aventaban 24 horas o más, y eso era muy seguido y más a partir del ‘jueves negro’”, manifestó la hermana del custodio asesinado.
Fueron once los custodios atacados, no 10
La mujer no vaciló al decir que los reos son quienes controlaban las cosas al interior del Cereso 3 al momento en que se dio el motín y la masacre de custodios.
“Mi hermano siempre fue muy discreto y trató de mantener a su familia al margen. Tenía 18 años trabajando. Fue escolta del director y no hablaba mucho de su trabajo. No nos involucraba, pero a raíz de que falleció me enteré de muchas cosas, los mismos compañeros… estuve investigando, porque hay muchas cosas que se quedaron en el aire, que no entendemos. A mi hermano no viene en los reportes que le dieron el tiro de gracia y que a todos les dieron el tiro de gracia. Se supone que no era directo contra ellos, pero todos sabemos que hay muchos intereses de por medio. Por eso le digo que no va a haber justicia”, externó.
Apoyos insuficientes
Dijo que aunque sus sobrinos actualmente están recibiendo la pensión y lo correspondiente al seguro de vida, los recursos siguen siendo insuficientes y sobre todo porque aseguró que lo ocurrido el primero de enero es algo que pudo haberse evitado.
“Esa fue una negligencia del Gobierno, que no los tenía preparados, que los mandaron al matadero sin armas, y lo sé por los compañeros. Vi videos y fotos de los peritos de lo que no muestran a la gente, la masacre que hicieron ahí. Manejaron que había ahí 10 personas muertas, pero había 11. Siempre se habla de otra que quedó viva”, reveló.
Manifestó que aunque no ha tenido contacto con esa persona, sí le conoce de apodo.
Las familias tenemos miedo
“Algo deben de estar ocultando, porque eso no se lo dijeron a las familias. No salió y siempre he dicho que es importante. No sabemos, pero las familas tenemos miedo, porque no sabemos qué hilos estamos tocando, porque esa persona me mandó a mí solicitud de amistad, sin saber que yo sé quién es porque yo ya lo tenía identificado”, manifestó.
Dijo saber de la identidad del sobreviviente por informes que ha recibido de compañeros de trabajo de su hermano, por los videos y fotos a los que ha tenido acceso de los hechos.
Contó que respondió a la solicitud de amistad pero que después eliminó el contacto para no involucrar a su familia.
“Ahorita como están las cosas, pienso que sí estamos en riesgo porque mucha gente sabe nuestra información. Mucha gente sabe que sabemos cosas. Yo sé que no va a haber justicia. No la va a haber. No va a haber, den el dinero que den. ¿Cómo le ponen a esos niños su papá? Era mi único hermano, la única familia que yo tenía. Yo lo quiero. ¿Cómo me lo regresan?”, cuestionó mientras la voz se le quebraba.
Diez hombres que evitaron la fuga de 80
“Él dio su vida por un Gobierno que no dio ni un cinco por él, que nos prometieron mucho, la gobernadora, que yo digo que una de las mayores responsables, ella. Y ahorita ella piensa que ya no es importante. Lo dijo, que había cosas más importantes qué solucionar que eso. Entonces para ella no vale la vida de 10 custodios que trabajaban para el Gobierno mal pagados, mal equipados y mi hermano estaba ahí por amor a su trabajo y porque nadie se da cuenta de cuántos empleados había porque nomás respondieron 10. No sabemos de los compañeros”, contó.
“Palabras de ellos, se escondieron debajo de las mesas, porque no iban a poder con tanto, y esos 10 hombres evitaron que ochenta reos se salieran. Se escaparon treinta y tantos, pero quedaron atrapados 80 y fue por eso, porque lograron cerrar la puerta”, declaró.
Los dejaron solos… nadie llegó
“Se querían escapar porque iban a hacer otro ‘jueves negro’. Es lo que mucha gente no se da cuenta. Ellos evitaron eso. Compañeros me dijeron ‘yo salí corriendo y me escondí’. Afuera estaban todos y nadie los ayudó porque estaban esperando que llegara la Guardia Nacional. No llegaron y nadie nos contesta porqué no llegaron”, manifestó.
“Los atacaron por todos lados. Sí entró gente de fuera, por los patios traseros. Me lo dijo una custodia que entraron y no los escucharon, o no los quisieron escuchar. No lo sé, pero todo eso es totalmente sabido. Son gritos a voces, porque los custodios de ahí a muchos que han renunciado los han obligado, tienen miedo. Yo le pregunté al director que si mi hermano estuviera vivo dónde estaría. Estaría encerrado, me aseguró”.
¿Por qué ninguno está encerrado?
¿Qué pasó con el director, qué pasó con los jefes, dónde están ahorita, porqué no está ninguno encerrado? No hay ninguna responsabilidad, porque mi hermano como jefe de turno si hubiera quedado vivo estaría encerrado, y yo pregunto por qué los que estaban arriba de mi hermano no están encerrados. Son preguntas que nadie me ha contestado y que nadie me va a contestar”, dijo.
Si alguien fue responsable para mí, son las autoridades, así que no les puedo pedir nada, porque ellos son los que tienen la mayor responsabilidad y en ningún momento han querido contestar. Qué más da que uno les pida o que contesten. No lo van a hacer, concluyó.
Ellos estaban mal equipados. Los sobrecargaban trabajando (...) mi hermano tenía mucho trabajando (...) Se tenían que doblar los turnos (...) no estaban armados, estaban más armadas las personas internas. No tenían equipo, no tenían ninguna seguridad”