Se va la golondrina que trajo un invierno para la cultura
En esta ocasión los esfuerzos se fincaron en la promoción, impulso y defensa a ultranza de una puesta en escena que confrontó a la comunidad artística y dejó a la población con el mal sabor que provoca.
Quizá lo mejor que dejó el paso de la golondrina fue la consolidación del gremio inconforme que se vio obligado a unificarse en el Movimiento de Artistas, Creadores y Ciudadanía Vigilante, para demostrarle a los gobiernos que la opacidad en el manejo de los recursos debe pensarse dos veces.
Después de librarse la batalla más cruenta que se recuerde entre artistas y gobiernos, que incluyó una espectacular toma del escenario de la polémica obra teatral, quedó pendiendo de un hilo el compromiso y los buenos oficios del secretario general de Gobierno, que se comprometió a mejorar el presupuesto para la cultura y las condiciones infraestructurales de los espacios que padecen los públicos y los artistas.
También se comprometió a replantear el Festival Internacional Chihuahua para que llegue a las mayorías y que tome en cuenta a más mentes y manos de artistas de la entidad.
El camino para consolidar un ambiente cultural que llegue a las mayorías con mejores y más variadas propuestas está cuesta arriba, porque esta administración empezó mal con este tema, pero esperemos que esta golondrina que a tantos lastimó, un día haga verano para la cultura del estado de Chihuahua.