Santa Maruca también es gandalla
Palabras más, palabras menos, esto significa que, si algo que no es tuyo llega a tu vida, procures adaptarlo y utilizarlo de acuerdo a tus propias necesidades.
Pero hay de caballos a caballos, de espuelas a espuelotas y de necesidades a necesidades.
Espuelotas, y muy propias mías de mí, fueron las que se calzó la gobernadora de Chihuahua, María Eugenia Campos Galván, la noche del pasado domingo durante el evento programado para el Primer Informe de Gobierno de Cruz Pérez Cuéllar.
El brioso corcel que estaba destinado al lucimiento de un solo jinete bajo espuelas de manufactura municipal terminó, en buena parte, bailando con ritmo rimbombante al inesperado son de unas espuelas de manufactura plenamente estatal.
Espuelas bastante afiladas por cierto, que tardaron en sonar más de 20 minutos de la hora pactada para el inicio del evento oficial, porque la primera dama del estado llegó tarde.
Como dijo Juan Gabriel: ¿Pero qué necesidad?
Y como, ya en el burro pocos son doscientos, pues mil trescientos ochenta fueron en total el caudal de segundos que le cargaron encima al enjaezado corcel destinado al lucimiento informeril del Presidente Municipal de Juárez, Cruz Pérez Cuéllar.
En otras palabras: Bienvenidos todos al Primer Informe de Gobierno de Maru Campos, dentro del Primer Informe de Gobierno de Cruz Pérez Cuéllar.
Contra los trece minutos que duró el discurso del presidente, los más de 23 minutos que la invitada especial dedicó a su intervención fueron vistos – como comúnmente se dice- como una inevitable tentación de aprovechar el barco y la mesa servida.
En otras palabras, vio caballo y se le antojó viaje, aprovechando el quórum, la presencia del presidente del Senado, Alejandro Armenta Mier, y el magnífico escenario del teatro Víctor Hugo Rascón Banda, lleno a plenitud.
Había que aprovechar el espacio, pues, para adelantar -en medio de estratégicas felicitaciones a un incómodamente sorprendido presidente municipal- algo de lo que el próximo 8 de septiembre informará a nivel estado.
Sentido de oportunidad, dirán algunos.