¡PERO, PERO… ¿QUIERE MÁS?!
¡Y en eeeeeeesta otraaaaaaa… los impugnadores, inconformes, lacrimosos y decepcionados promotores de la anulación del voto.
¡Qué Juan Manuel Márquez-Manny Pacquiao, ni qué Julio César Chávez-Macho Camacho ni mucho menos qué Canelo Álvarez-Gennady Golovkin!
Ni el Silvestre del Talone con su afamada dinastía Rockística pudo haber imaginado tal nivel de atractivo taquillero que representaron el pasado fin de semana los seguidores de Morena.
Todos, toditos ellos partícipes de un proceso donde el color amoratado de su difundido logo palideció ante la intensidad de los moretones que menudearon en la contienda.
El santo agarrón de ganchos al hígado, uppercuts, rectos de izquierda con amagos de derecha, golpes por debajo de la cintura, mordidas de oreja y hasta jalones de pantaloncillo que protagonizaron los adscritos a Morena en su proceso de elección de consejeros fue un espectáculo digno de los mejores shows de Las Vegas.
“¡Santas sacudidas morenísticas Batman!”, dijo Robin.
En Ciudad Juárez fueron dos los bandos de notoria mayoría que dejaron sentir el poder del “punch” izquierdo y los supuestos dados cargados en las cuatro casillas instaladas.
En la esquina de Francisco Villa y Heroico Colegio Militar, el preparado de cabeceos, fintas y cruzadas de izquierda con derecha de Pérez Cuéllar fueron de efectiva estrategia para ganarle la mesa y los rounds necesarios sin despeinarse mucho a un nutrido grupo de aspirantes entre los que el ex presidente Municipal y diputado federal Armando Cabada, quedó KO desde el primer asalto.
En la esquina de López Mateos y Casas Grandes, suficientes fueron los juegos de jab de izquierda con amagos de carrera y cambios de ritmo del pupilo Ulises García, novato de la cuadra loerística que ha crecido a golpes de suerte y desmemoria en las filas del morenismo fronterizo.
No así otras compañeras y compañeros de cuadra del novel finteador, como una Esther Mejía, que lejos de los reflectores diputadísticos, sólo ha tenido tiempo para practicar boxeo de sombra, con amagos de piquetes de ojo y sacadas de lengua en las modestas arenas de la Sindicatura.
Mientras el secretario del Bienestar se pavonea a los cuatro vientos gritando a pleno pulmón que se venció a los oportunistas de Morena, por otros rumbos resuenan voces de inconformidad que exigen la anulación de la contienda por considerarla más falsa que los pectorales y las habilidades boxísticas de Jorge “el tramposo” Kahwagi.
Ellos dicen que lo del domingo fue una jornada marcada por el "acarreo", el “pase de lista”, la dotación de despensas y la compra y coacción de voto, sin dejar de lado la evidente desorganización.
¿Habrá anulación? ¿Habrá revancha?
¡En eeeeeeeeeesta esquinaaaaaaaaa…!