Maru manda por refuerzos; la esgrima jurídica se hace presente en la audiencia
Cuando le tocó hacer su jugada a la parte defensora, el equipo de abogados dirigido por el experto exprocurador estatal Francisco Molina esperaba presentar a cuatro testigos, pero tres de ellos pegaron el clásico faltazo por razones de salud o porque le sacaron al parche. Se complicaba la telaraña estratégica que busca mostrar a la alcaldesa con licencia como inocente de cohecho, sembrando desesperación en el búnker marucampista con una tronadera de dedos que cualquier curioso puede escuchar desde las 8 de la mañana en cada audiencia.
Como quien sabe que la mejor defensa es un buen ataque, la astuta candidata del PAN-PRD puso más piezas en el muro y reforzó el equipo de abogados. Ahí apareció calladito en la pantalla de zoom el exprocurador general de la República Arturo Chávez Chávez, disciplinado y tomando nota, en esas jugadas de pizarrón dignas del Pep Guardiola. Paco Molina tiene espaldas anchas, por supuesto, y aguanta la presión, pero Maru entendió que la metralla del Ministerio Público merecía un bombardeo en toda la escala y hacía falta traer la munición gruesa de Chávez.
El ministerio público contraatacó y acusó a Maru Campos de presionar a los testigos protegidos a través de maniobras intimidatorias a cargo de César Jáuregui, el secretario del ayuntamiento que está implicado también en la nómina secreta, pero que pudo evadir las audiencias mediante un oportuno amparo. Estamos a las puertas de conocer la decisión del juez Samuel Uriel Mendoza, a ver si vincula o no a proceso a Maru, cuyo equipo legal anda con una carga de estrés digna de nuestros exámenes finales de la prepa. Con tantas emociones, Mirone ya se acabó las uñas a bocados.