María Eugenia Campos: estás ante la peor crisis que haya vivido Chihuahua
Es decir, que casi 24 horas después de que empezara la peor crisis de seguridad que recuerde el estado de Chihuahua, la persona encargada del Poder Ejecutivo “llegó a la mesa de seguridad”.
Hasta por curiosidad cabe preguntarse: y mientras tanto, mientras personas eran asesinadas, incineradas vivas, heridas, amenazadas a plena luz del día, a cielo abierto, en las calles de Juárez, ¿qué estaba haciendo la gobernadora?
Ayer se ocupó de ser la “Mujer Maruvilla” que salvó a los paterfamilias de 15 mil estudiantes de nuevo ingreso al Colegio de Bachilleres de pagar uniformes nuevos de a 2 mil 600 pesos. Para eso sí hubo tiempo y discurso. Se tomó el tiempo de deponer –y con toda razón– al director de la institución, pero no asumió ninguna responsabilidad en torno a un cobro que se hacía de manera oficial desde la administración que ella encabeza.
Poco antes de que anunciara lo de los uniformes, ya había empezado la reyerta en el Cereso número 3 con sede en Ciudad Juárez. Ya para entonces había informes de tres muertos, de una veintena de heridos y de reos “secuestrados”. Ninguna versión oficial al respecto se presentó.
Después de eso, el peor día de furia de los muchos que ha sufrido Juárez: fuego, literalmente, fuego en las calles. En las esquinas, en las siempre concurridas tiendas de conveniencia, en las tiendas de comida rápida. Personas que ese día salieron a trabajar, atacadas a mansalva por delincuentes fuertemente armados. Mensajes, no sabemos si decirles “apócrifos”, de que “los chingazos” se iban a poner peor y advertencias de que este viernes 12 de agosto “mejor ni salieran” o que no abrieran negocio.
Todo en un lapso de 12 horas. A las 10:31 de la noche del jueves 11, Gobierno del Estado envió un escueto comunicado en el que informaba que el “Grupo de Coordinación para la Paz condena estos hechos”. Un mensaje propio de una organización de la sociedad civil, pero no la de un gobierno que debería estar actuando en ese momento.
María Eugenia Campos Galván debe entender a estas horas que gobierna uno de los estados más complejos de todo el país. Gobernar Chihuahua es, probablemente, más complicado que un país de regiones vecinas. Está al frente del poder que debe ejecutar las medidas para evitar que las actuaciones de las poderosas, bien armadas y muy adineradas organizaciones criminales atenten contra la sociedad, como ocurrió ayer en Juárez.
Hace 21 años, el 17 de enero de 2001, el gobernador Patricio Martínez fue baleado cuando se encontraba en el Palacio de Gobierno, rodeado de su equipo de seguridad.
Desde entonces no se vivía una crisis de gobernabilidad como la de hoy. En el intermedio entre fechas han ocurrido decenas, por desgracia, de hechos lamentables, de masacres y hasta bombazos, pero no un ataque tan artero a la estructura del Estado Mexicano.
Si María Eugenia Campos no lo entiende así, alguien debe explicárselo, porque está a pocos días de cumplir apenas su primer año de gobierno.