El gran plan antibélico de la 4T que no llegó ni a 100 palabras
La respuesta del país invadido fue la primera en llegar a Palacio de Gobierno. Mijailo Podolyak, asesor del presidente ucraniano, Volodímir Zelensky, calificó la propuesta de AMLO de “plan ruso". Después Obrador se salió por la tangente al decir que desechaban su plan de paz por “sectarismos”.
Se esperaba que el canciller Marcelo Ebrard se parara en la ONU si no con un discurso para abrir bocas, por lo menos con una estrategia bien definida. Pero no fue así. De los ocho minutos que duró su participación en el Consejo de Seguridad, únicamente le dedicó un minuto al tema.
La propuesta plantea la instalación de un “Comité para el Diálogo y la Paz en Ucrania”, que contaría con “la participación de otros jefes de Estado y de Gobierno, incluidos, de ser posible, su excelencia Narendra Modi, de la India, y su santidad el Papa Francisco”, y tendría como objetivos “generar nuevos mecanismos para el diálogo y crear espacios complementarios para la mediación que fomenten la confianza, reduzcan las tensiones y abran el camino hacia una paz duradera”.
Ebrard no fue claro y se anduvo por las ramas y no responzabilizó a Rusia por la invasión militar de Ucrania.
El tiro le salió por la culata al Gobierno mexicano, primero porque su propuesta generó mucho ruido político y hasta social, debido a que un sector de la población le exigió al presidente arreglar primero los problemas del país, en lugar de entrometerse en otros, y segundo, porque todo terminó en no más de cien palabras ante los representantes de otros países en la ONU, o sea, Ebrard fue solo a hacer el ridículo.