Los 75 abuelitos que habitan dentro del Asilo de Ancianos Senecú solicita el apoyo de la comunidad con frutas de la temporada, cereal, avena, arroz y artículos de limpieza.
En la temporada de calor las aguas dulces y los alimentos frescos son los preferidos de los abuelitos, pero la crisis que hay en el lugar provoca que en días se queden sin esos alimentos.
“En el tiempo de verano nos hacen falta mucho las frutas, el melón, la piña, la sandía, ese tipo de alimentos son muy disfrutados por los abuelitos; también les encantan las verduras, las carnes frías, el cereal, eso es lo que por lo regular les gusta comer y lo que siempre nos hace falta aquí”, dijo la madre Palma Varela.
En el desayuno o a la hora de la comida, dentro de la cocina del lugar, se utilizan hasta cinco piñas, melones o sandías, dependiendo de qué sabor será el agua.
Cuando se trata del platillo fuerte, las papas, el chile y las carnes frías se terminan debido a que son los alimentos favoritos de quienes habitan en el asilo.
“Cuando les damos dos veces consecutivas guisados con zanahorias o con otras verduras no los aceptan, por eso para nosotros tener alimentos que sean de su gusto es muy importante, porque así logramos que coman, ya que muchos de ellos por el mismo abandono que tienen por parte de su familia no quieren ingerir alimentos”, agregó.
También se requiere de artículos de limpieza para tener aseado el lugar donde habita cada uno de ellos.
Pinol, detergentes, jabón para el cuerpo, para trastes y cloro, así como champú, crema para manos y cuerpo son de los artículos que también les hace falta.
Además de las necesidades básicas para mantener el lugar, los abuelitos del asilo Senecú necesitan compañía y amor, ya que la mayoría de ellos desde hace años no reciben visita de algún familiar.
“Lo que más les hace falta es el apoyo, la compañía, el cariño de gente que venga y les platique, les saque una sonrisa. Los abuelitos de aquí tienen años de no ver a sus hijos porque desde que los trajeron aquí ni una sola llamada les han hecho, ellos añoran el cariño de alguien”, expresó.
La mayoría de ellos platican entre sí de sus experiencias de vida, son amigos, hermanos y compañeros de vida, ya que diariamente comparten el tiempo.
“Ellos hacen sus grupos de amigos, se cuidan entre sí, saben quién está enfermo, de qué, se platican y también se enojan, si no fuera porque se la pasan renegando con lo que hace cada uno muchos ya se nos hubieran ido por la tristeza que padecen”, mencionó.
Por tal razón los 75 abuelitos del Asilo Senecú invitan a la comunidad, sobre todo joven, a que acudan al lugar y los visiten.
“Cuando vienen los jóvenes ellos se ponen muy felices, bailan, cantan y hasta los ven como sus nietos, nosotros como encargadas de este lugar los invitamos a que vengan y contagien a los abuelitos de esa alegría que les sobra”, dijo.
Si usted desea apoyar a los habitantes del asilo puede llamar al 617-3179, de 9 a 5 de la tarde o acudir a la calle Baudelio Pelayo 8203, en la colonia Partido Senecú.