‘Historia de una nariz’
Voy a contar la historia del mayor maniático sexual del mundo. Un angustiado individuo se presentó en la consulta del doctor Duerf, analista de gran mérito a juzgar por las tarifas que cobraba. Lleno de agitación le pidió que lo ayudara. “¡Soy un maniático sexual, doctor! –le dijo en medio de un acceso de singultos–. ¡Soy un erotómano, un lujurioso, un sátiro! ¡Le hago el amor a mi mujer dos veces al día!”